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El 19 de septiembre una nueva tormenta de lluvias torrenciales, viento y pedrisco volvieron a causar graves daños en cultivos que están en plena época de recolección. Según las estimaciones de AVA-ASAJA, la última DANA afectó a 5.000 hectáreas de superficie agraria con unas pérdidas directas e indirectas de 8 millones de euros.

Las tormentas no dan tregua a la agricultura valenciana. La  zona más castigada por la piedra fue la parte occidental de la comarca de Utiel-Requena, concretamente los términos de Fuenterrobles, Villargordo del Cabriel y Utiel. Alrededor de 3.000 hectáreas, principalmente de viñas, aunque también de almendras y olivar, sufrieron una merma media del 30% de la cosecha. Hay viñedos que alcanzarán el 80% de afección. Este temporal se suma a los devastadores estragos que ya había ocasionado la falta de precipitaciones y varias tormentas de pedrisco en la comarca.

Las abundantes e intensas lluvias en L’Horta Sud, especialmente en Silla, Albal y Catarroja, acentuaron la humedad excesiva en los arrozales. AVA-ASAJA constata consecuencias negativas en, al menos, 2.000 hectáreas de arroz, tanto pérdidas directas de producción en las variedades tempranas como Provisia, como pérdidas indirectas por la aparición de hongos.

La piedra cayó acompañada de agua abundante en zonas agrarias de L’Horta Sud, L’Horta Nord, Los Serranos y La Plana Baixa de Castellón. En esta comarca castellonense se empiezan a observar las cicatrices en la piel de los cítricos que ocasionó el pedrisco de la semana pasada.

Del mismo modo, en La Ribera Alta, sobre todo en Algemesí y Albalat de la Ribera, donde la semana anterior hubo precipitaciones superiores a los 200 litros por metro cuadrado, AVA-ASAJA detecta problemas que van surgiendo en forma de caída de frutos, daños en ramas y problemas de encharcamiento.

AVA-ASAJA reitera a las distintas administraciones el establecimiento de medidas fiscales dirigidas a los agricultores afectados por estas adversidades climáticas. Además de las medidas solicitadas al Gobierno y a la Generalitat Valenciana, la organización agraria pide a los ayuntamientos que, debido a la anomalía climática o a los problemas de rentabilidad, modifiquen sus ordenanzas fiscales y bonifiquen el IBI Rústico a las explotaciones ubicadas en sus términos.

 

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